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Equipo de la USMIJ en una de las sesiones con adolescentes en el Hospital de Día del Materno Infantil

Desde hace más de un década, la unidad desarrolla de forma conjunta un programa de voluntariado en esta área, donde el pasado año se realizaron más de 1.600 intervenciones a menores, padres y madres

Profesionales de la Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil (USMIJ) del Materno Infantil – integrada en la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Salud Mental del Hospital Regional de Málaga – desarrollan, desde hace más de una década, un Programa de Voluntariado que, de forma conjunta, dirigen a los pacientes y a sus familiares en el Hospital de Día de la unidad.

El pasado año, en el Hospital de Día de la USMIJ se realizaron 1.423 intervenciones con los menores y. de forma paralela, 207 intervenciones con padres y madres. A través de estas intervenciones, profesionales y voluntariado detectan aspectos que influyen de forma directa en la vida familiar, escolar y social del menor, y que no llegan a ser detectados en las intervenciones de los especialistas en consultas externas.

Para el psiquiatra del Hospital de Día de la USMIJ, Joaquín Urquiza, “la sintomatología psíquica se despliega en muchas ocasiones en el entorno social, sobre todo en la edad infantil y mucho más en la adolescencia, una franja de edad muy susceptible y donde se producen los mayores impactos de fractura social, familiar y escolar”.

Así, de lunes a viernes se desarrollan cinco programas concretos para distintas áreas de intervención dirigidas a patologías del espectro autista, trastornos por déficit de la atención e hiperactividad (TDAH), trastornos relacionales, trastornos de la conducta alimentaria, y un quinto, dirigido a adolescentes con diferentes problemas psíquicos, cuyo carácter voluntario favorece que ellos asuman responsabilidades como parte de su tratamiento.

Los pacientes se seleccionan en función de sintomatología y edad, y las actividades se organizan de acuerdo a lo que se considere más apropiado y necesario para cada paciente. Un promedio de 100 menores acuden semanalmente a los distintos programas del Hospital de Día, y en paralelo, los profesionales realizan también apoyo a la familia a través de talleres con padres y madres de los pacientes.

Las actividades se programan para trabajar aspectos puramente clínicos, tales como la afectividad, pensamiento, conducta, relación, expresión, o psicomotricidad; e incorpora aquellos considerados como ocupacionales, o lúdicos. En concreto, las actividades van desde los talleres de dibujo y pintura, lectura y escritura, teatro, yoga y relajación, ejercicio físico, ocio y tiempo libre, hasta talleres de cultura y visita a museos o bibliotecas de la ciudad.

El programa que la USMIJ desarrolla con el voluntariado está enmarcado en el Plan de Participación Ciudadana y Ayuda Mutua de la UGC de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga, y tiene como objetivo hacer patente la importancia de las diferentes formas de participación ciudadana en la atención multidisciplinar del paciente, y en concreto, del menor con patología psíquica.

Así, desde hace más de una década desarrollan una gran labor en coordinación con los equipos de Educación de Trastornos de Conducta y Trastornos Generalizados del Desarrollo – adscritos a la Consejería de Educación -, así como con el Servicio de Protección al Menor, Servicios Sociales Comunitarios y los equipos de Tratamiento Familiar de Málaga y su provincia.

Esta colaboración se ha extendido en los últimos tiempos al entorno más cercano, social y familiar de los pacientes; en concreto, padres y madres están colaborando con los programas, los museos Picasso y Carmen Thyssen, o la asociación AVOI, entre otros. Incluso algunos pacientes se convierten a su vez en voluntarios una vez terminado su tratamiento.

Para Urquiza, “la interacción que los menores establecen con el voluntariado y las actividades que se desarrollan fuera del entorno hospitalario – siempre supervisadas por personal sanitario - permiten un nuevo espacio de intervención donde se encuentran alternativas que facilitan una expresión más eficaz y creativa, evitando resistencias al tratamiento, entre otros aspectos”. Así, el voluntariado facilita la integración de los menores con trastorno mental, e incorpora otras formas de ver la realidad, ayudándoles a vivir una vida más normalizada.
 

Publicado en: Año 2016
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