Los expertos de los 18 hospitales que han participado en la investigación realizada en 249 pacientes revisan las indicaciones actuales de la técnica

La sección de Neumología Pediátrica del Hospital Materno Infantil de Málaga, dependiente de la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría, ha participado en un estudio multicéntrico con el fin de conocer el perfil clínico de los niños portadores de traqueostomías en nuestro país. La traqueostomía es un procedimiento quirúrgico consistente en la apertura quirúrgica de la pared anterior de la tráquea con la creación de un estoma (orificio) a través del cual se introduce una cánula para facilitar la ventilación siendo realizado en pediatría por los otorrinolaringólogos (ORL).

El estudio en el que han participado profesionales del Hospital Materno Infantil y que ha tenido una duración de dos años ha contado con 249 pacientes –de edades comprendidas entre las primeras horas de vida y los 17 años- y en él han participado 18 hospitales españoles, cuatro de ellos andaluces.

En los últimos años se ha producido un aumento en el número de traqueostomías realizadas en recién nacidos prematuros, en niños pluripatológicos y en niños con enfermedades congénitas debido, posiblemente, a los avances en la tecnología biomédica que permite el abordaje de patologías de gran complejidad.

La ausencia de estudios con evidencia científica que orienten sobre las indicaciones y tiempo de duración de la traqueostomía, así como los problemas a largo plazo para la retirada de la misma, y los problemas de comunicación y desarrollo del lenguaje en el niño, son algunos de los argumentos por lo que los pediatras insisten en la necesidad de revisar las indicaciones y establecer protocolos de consenso.

La necesidad de ventilación mecánica prolongada (en el 62,6% de los casos), debido a enfermedad crónica neurológica y respiratoria, y el estrechamiento u obstrucción de la tráquea, originada por malformaciones congénitas o por causas adquiridas, fueron las principales indicaciones de traqueostomía en los 249 pacientes estudiados.

Los resultados de este estudio, publicado por el European Respiratory Journal, concluye que la mayoría (un 60%) son pacientes menores de un año de edad, con patología neurológica o respiratoria compleja, ingresados en hospital o en hospitalización domiciliaria y, en algunas ocasiones, dependientes de oxigenoterapia y ventilación asistida.
Durante el periodo de estudio solo precisaron soporte ventilatorio un 37% de los pacientes; el 47 % desarrollaron complicaciones relacionadas con la traqueostomia y el 14% eran recién nacidos prematuros.

Durante los dos años que ha durado el estudio, solo se pudo retirar la cánula de la traqueostomía a 59 niños (23,7%) que la habían portado una media de siete meses; el resto de los pacientes, portaban la cánula una media de cerca de tres años.

Estos pacientes demandan apoyo y un seguimiento multidisciplinar que implica la atención de diversas especialidades médicas pediátricas y de enfermería.

Traqueostomía

La obstrucción aguda de la vía aérea superior sigue siendo la indicación de traqueostomía como procedimiento urgente. Sin embargo, este procedimiento concebido como urgente y de corta duración, se ha transformado en programado y de larga duración.

El procedimiento, aunque relativamente sencillo, no está exento de complicaciones a largo plazo, presentando una morbilidad mayor que en los adultos lo cual implica mantener, al alta hospitalaria, un estrecho seguimiento por parte del equipo de Hospitalización Domiciliaria y de los especialistas en ORL y Neumología Infantil

El programa de alta a domicilio incluye además un completo plan de aprendizaje para padres y cuidados, formación que reciben estos durante el tiempo de ingreso. En los últimos doce años, la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del Materno ha atendido a 16 niños portadores de traqueostomía.

Para el niño es fundamental poder hablar y comunicarse para evitar el aislamiento, siendo un factor crucial para el desarrollo apropiado del lenguaje la duración y la edad de la decanulación. Al duro impacto en el ámbito familiar se suma las dificultades de comunicación en el ámbito escolar que suele afectar en su aprendizaje y en las relaciones con los compañeros.