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Gastrostomía de botón en un paciente con nutrición enteral

Especialistas de la comisión hospitalaria de Tumores del Hospital Regional de Málaga valoran a unos 200 pacientes al año, a los que ofrecen las mejores opciones nutricionales para evitar la pérdida de peso

La identificación de pacientes en riesgo de desnutrición diagnosticados de cáncer de cabeza y cuello en estadios avanzados es uno de los objetivos de los especialistas que integran la Comisión de Tumores del Hospital Regional de Málaga. La comisión hospitalaria de Tumores, en la que participa activamente la Unidad de Endocrinología y Nutrición, valora las mejores opciones de tratamiento nutricional para evitar la pérdida de peso en las personas que van a recibir terapias de alto riesgo nutricional.

Estos aspectos han sido tratados por más de 50 especialistas en Endocrinología y Nutrición y en Cáncer de cabeza y cuello (oncólogos, radioterapeutas, maxilofaciales y otorrinolaringólogos) en el Curso monográfico de Nutrición Clínica de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, celebrado en Málaga y coordinado por especialistas de la UGC de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional, entre otros.

Endocrinólogos, oncólogos y radiólogos vasculares llevan a cabo una labor coordinada con el fin de detectar de forma precoz a los pacientes desnutridos o en riesgo de estarlo, valorando las mejores opciones y vía de administración del tratamiento nutricional antes de iniciar la terapia oncológica.

Un 20% de los 200 pacientes con cáncer de cabeza y cuello que se valoran al año reciben tratamiento nutricional preventivo mediante sondas de alimentación. En este sentido, más de 40 pacientes con cáncer de cabeza y cuello en estadios avanzados se han beneficiado de la nutrición mediante gastrostomía profiláctica evitando el riesgo de desnutrición debido a la quimioterapia y radioterapia.


El cáncer de cabeza y cuello -lengua, laringe, faringe, amígdalas, glándulas salivares, etc.- supone aproximadamente el 12% de los nuevos diagnósticos de cáncer en varones y el 5,5% en mujeres.

Debido a que casi en el 40% de los casos, el diagnóstico del tumor se realiza en estadios avanzados, la elección de tratamientos agresivos de cirugía, radioterapia y quimioterapia es inevitable con el fin de mejorar el control del tumor. Sin embargo, la agresividad de la terapia puede provocar efectos secundarios y complicaciones que repercuten de forma negativa en el estado nutricional de los pacientes.

Aproximadamente el 57% de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello presentan pérdida de peso y desnutrición moderada o severa debida, de forma directa, al propio tumor y a los efectos adversos que produce el tratamiento con radioterapia y quimioterapia radical al que son sometidos.

La irradiación de los tumores de cabeza y cuello –especialmente si se asocia a quimioterapia- suele provocar una inflamación severa y dolor de la mucosa oral (mucositis) hasta en el 80 % de los pacientes, lo que conlleva problemas de deglución, disminu-ción de la cantidad y aumento de la viscosidad de la saliva, y disminución o alteración de los sabores y del sentido del olfato.

La colocación de una sonda nasogástrica (desde la nariz al estómago), o la realización de una gastrostomía - implantación de la sonda que queda alojada en el estómago a través de una pequeña incisión percutánea – son las dos vías de administración de nutrición artificial más utilizadas en los pacientes que no puedan mantener una ingesta adecuada por vía oral.

A través de las sondas se administran las fórmulas nutricionales ya preparadas, pautadas y ajustadas a los requerimientos de cada paciente. La elección de la gastrostomía como vía de alimentación ha demostrado, en estudios realizados por el Hospital Regional, mejores resultados respecto a la sonda nasogástrica en cuanto al mantenimiento del estado nutricional, menos interrupciones no programadas del tratamiento y menos ingresos hospitalarios, así como una mejor calidad de vida ya que los pacien-tes pueden tener relaciones sociales más satisfactorias.

 

 

 

Publicado en: Año 2012
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