Se trata de operaciones a corazón abierto en las que es necesario parar su funcionamiento para poder intervenir sobre él
Profesionales del servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Regional Universitario de Málaga han realizado la cirugía extracorpórea número 10.000. Este tipo de intervenciones requieren de la participación de una decena de profesionales en el quirófano dada la complejidad de estas operaciones a corazón abierto.
La primera intervención extracorpórea se realizó el 6 de agosto de 1980 a una paciente de 19 años que ingresó en el Hospital General -antiguo Carlos Haya- de forma urgente. Desde entonces y hasta la fecha la tecnología que rodea a estas intervenciones ha evolucionado junto a la técnica, permitiendo operar a 10.000 personas.
El responsable del servicio, Enrique Ruiz, explica que la circulación extracorpórea es la tecnología que hace posible operar a los pacientes del corazón. "Se trata de una máquina que funciona como corazón y pulmón durante la cirugía. Funciona como corazón porque la sangre sale del paciente, va a la máquina y ésta la impulsa de vuelta al cuerpo. Y hace de pulmón porque oxigena esta sangre, puesto que tiene también un pulmón artificial. Lo que se consigue es que el corazón del paciente esté parado, para así poder arreglar en la cirugía lo que funciona mal, ya sean las arterias coronarias, las válvulas del corazón o algunos agujeros congénitos", señala. Al final de la cirugía, cuando el corazón del paciente ya está arreglado y se ha vuelto a poner en marcha, el proceso se invierte y este órgano comienza a funcionar por sí sólo, sin necesidad de la máquina.
Estas cirugías suponen el 90% de las que realiza este servicio en los quirófanos del Hospital General. Las patologías que requieren de este tipo de complejas intervenciones son las estrecheces en las arterias coronarias que originan falta de riego en el propio músculo del corazón. "El músculo duele y se manifiesta como angina o infarto. Lo que solemos hacer los cirujanos son puentes para llevar flujo más allá de la obstrucción, utilizando arterias o venas del propio paciente", explica Ruiz.
Por otra parte, también operan con circulación extracorpórea las enfermedades de las válvulas del corazón, como las del lado izquierdo -mitral y aórtica- o del lado derecho -tricúspide y pulmonar-. "Cuando una válvula está estropeada pueden suceder dos cosas: o bien la apertura no es suficientemente ancha, o bien el cierre es incompleto y queda una leve apertura por donde la sangre va hacia atrás. A veces pasan las dos cosas a la vez. Muchas veces se hacen reparaciones en estas válvulas, aunque es frecuente tener que hacer sustitución por una prótesis o válvula artificial, que puede ser biológica o mecánica", señala.
En último lugar y, de forma más infrecuente, los cirujanos cardiovasculares también intervienen los aneurismas de aorta para evitar que estos se rompan.
Desde la primera cirugía extracorpórea y hasta la fecha, los equipos han sido múltiples y el método de trabajo ha evolucionado. "Hemos avanzado hacia técnicas menos invasivas que requieren de incisiones más pequeñas, lo que redunda en el bienestar y en la recuperación del paciente".
El equipo que interviene en estas operaciones es multidisciplinar y actúa de forma coordinada. Desde el anestesista, que controla al paciente, los cirujanos que, con los profesionales de enfermería trabajan sobre el paciente y el instrumental y hasta el perfusionista, enfermería con capacitación específica para el manejo de la circulación extracorpórea que controla los detalles mientras la extracorpórea funciona y se coordina para la entrada y salida del procedimiento.
En este sentido, Juan Carlos Santos, uno de los perfusionistas que realizan estas intervenciones y que ha participado en la número 10.000, explica que con la circulación extracórporea hacen la función del corazón y de pulmón, y se administra una solución para parar el corazón, de forma que el cirujano pueda realizar la intervención quirúrgica. "Además, utilizamos diferentes procedimientos para evitar las transfusiones de sangre y siempre apoyados con las mejores tecnologías que nos garantizan la máxima seguridad para nuestros pacientes durante toda la circulación extracorpórea", agrega.
Para Santos, alcanzar esta cifra es "recordar a todos los profesionales que durante todos estos años han estado desarrollando su labor en el quirófano. En este momento me vienen a la memoria todos esos compañeros que han participado en ellas con su entrega y entusiasmo, con sus buenos y malos ratos. Pero sobre todo pienso en esos miles de pacientes que se han beneficiado de estas intervenciones que han hecho que su vida sea mejor", agrega.
De igual modo, Enrique Ruiz, señala que han sido "varias las generaciones de cirujanos y otros profesionales los que han hecho posible esta andadura. Pocos hospitales o centros pueden presumir de una cifra como ésta. Podemos estar orgullosos de nuestra trayectoria como hospital con cirugía cardiovascular y construir un gran futuro entre todos los profesionales que en él trabajamos para seguir mejorando la salud del corazón de los malagueños", concluye.